En lo que a viviendas se refiere seguro que piensas que muchos empleamos estas palabras de forma indistinta. Es posible. Y no es que sea una pregunta con truco, es que realmente hay una diferencia importante.
Al hilo de nuestro último artículo, vamos a recuperar esa sensación de confort que percibimos al entrar en nuestras viviendas.
Hablábamos de la libertad y la privacidad que sentimos dentro de nuestro hogar. Ese lugar seguro y especial que todos construimos en nuestra casa. Y aquí apelo a tu complicidad como lector para trazar esas diferencias.
El día más importante: el del estreno
Ese día es uno de los más especiales que recordarás. Acabas de firmar las escrituras y tienes las llaves en la mano. Quizás sea casi imposible resistirse a esa primera visita en solitario de tu nueva casa ¡por fin!
Entras allí y, a pesar del desolador paisaje de estancias vacías, tu cabeza se llena de ideas y colores. Nos pasa a todos. En ese momento todavía es una casa.
Es posible que incluso sea una casa más, como tantas. Podría ser exactamente igual que la contigua o la del piso de arriba. Viviendas con habitaciones, cocina y un baño o más de uno. Es decir, una casa.
Viviendas de las que nacen hogares
Sin embargo un día empiezas a llevar muebles, añades cortinas, pones alfombras. Cuelgas ese cuadro que hiciste de niña, una figura que te compró tu madre y la manta de tu abuela.
Le das tu toque. En ese momento llegas a tu casa y reconocer tu olor, tu espacio y tu impronta. Ese es tu hogar.
No es algo que dependa de un solo detalle. Los textiles ayudan mucho a mejorar la sensación de confort de las viviendas, pero los hogares son creaciones particulares.
De hecho, en ellas encontramos el fiel reflejo de las personas que las habitan; su estilo, sus valores y sus prioridades. Por eso las viviendas, como nosotros, son entes en constante cambio y evolución. Como tú.
En Construbecker estamos especialmente orgullosos por las viviendas que entregamos. Pero solo tú puedes hacer que dejen de ser pisos. Construye tu hogar con nosotros.